De la manera en que interactuamos en nuestro contexto cotidiano con diversas personas, nos vamos dando cuenta de los diferentes elementos que distinguen a cada cultura en la forma de relacionarse, sin embargo, a la hora de desenvolvernos en un contexto de negocios, debemos ser más enfáticos en no cometer errores.
Aunque no lo creamos, la cultura hoy en día resulta ser tan importante y poderosa que influye la forma en que las personas perciben, visualizan e interactúan no solo en el mundo cotidiano, sino que, además, en el mundo de los negocios. Y si hablamos de diferencias culturales entre oriente y occidente, estas hacen que, a la hora de negociar con estos países, haya que conocer con cierta profundidad, aspectos de su vida, cultura y costumbres para tener éxito en la concreción de cualquier tipo de oportunidad económica.
La relevancia de la cultura en las negociaciones internacionales, trasciende los aspectos básicos como la comida, la vestimenta y el saludo, sino que también incluye la forma de pensar y la forma de opinar sobre diversas situaciones o la forma de actuar frente a aspectos cotidianos. Así como por ejemplo para algunas personas el saltamontes es una mascota, para otras podría ser considerada como una peste y para otros una delicia culinaria. De esta misma manera, los temas a discutirse en una negociación, pueden muchas veces ser nombradas de la misma forma, pero las personas están pensando en significados completamente diferentes.
El dicho “donde fueres, haz lo que vieres” puede funcionar en los viajes de placer, pero cuando hablamos de hacer tratos, una equivocación puede tirar por la borda cualquier contrato o acuerdo e incluso puede dar paso al cierre de cualquier relación laboral. Los europeos, a diferencia de los latinoamericanos, tienen una forma de ser mucho más sobria, les gusta que, a la hora de hacer negocios, haya discreción y calidad en todo el proceso. No gustan de tomar decisiones de manera precipitada, en cambio, los americanos tenemos una forma de ser más directos y menos ceremoniosos.
Por otra parte, tenemos a los orientales, quienes no son dados a socializar fuera de su entorno laboral. Tampoco son partidarios del contacto físico, ni mucho menos de demostrar sus sentimientos en público, y si de reuniones de trabajo hablamos, la cosa se vuelve mucho más compleja, pues son muy puntuales y hay que seguir una serie de reglas en cuanto a vestimenta, forma de envolver presentes, saludo, entre otros.
A continuación, les mostramos en la siguiente infografía, algunos elementos que diferencian a algunos países y que debemos tener en cuenta a la hora de hacer negocios.
Sabemos que conocer los aspectos principales de cada cultura a la hora de viajar al exterior es fundamental, sobre todo si de negocios se trata. Recuerda que, vayas donde vayas, siempre habrá ojos mirando tu actuar, y esto, en la mayoría de las veces, es más importante que hasta el mismo negocio. Por ello, es importante que antes de realizar un viaje, sepas qué hacer y qué no. De esto, puede depender el éxito o fracaso de un trato.